domingo, 28 de marzo de 2010

¿Dónde dejamos las velas?

Domingo 28 de marzo.
Hoy, oficialmente, el sistema me robó una hora de sueño. No estoy enfadada, por el contrario, me alegra saber que con el simple hecho de reprogramar mi móvil y sincronizar el reloj he formado parte de un considerable ahorro energético. Así que, ahorrando cerca de 300 millones de euros, no podía escatimar en regalarme una sonrisa más que luminosa.

Salí de casa sonriendo, sonreí a los niños con olivos en las manos y sonreí a las vendedoras de ramitas en forma de rombos mal peinados. No entendí el por qué de tanto lujo cuando en lo sencillo está lo importante, pero sonreí igualmente al arte y a la iniciativa de negocio.

Ayer a las 8:30pm extrañé esa sensación, sensación de estar en sintonía con el mundo, supongo que esta vez dejé el idealismo en el tintero y tras una larga charla con un amigo (ingeniero eléctrico el muy listo) decidí ir a las cifras y fiarme en la ciencia. Soy de letras, siempre he discrepado con lo material, con lo visible, lo comprobado; lo empírico me divierte pero sólo lo justo. Creo en las sorpresas, lo que se siente al cerrar los ojos, lo que no necesita explicación para darse a conocer, pero, como ya les digo, ayer fue diferente, tal vez fue la centena de luces que indiferentes a la causa no dejaban de moverse a su velocidad, tal vez pensar que hacía falta más que iniciativa y buenos deseos para lograr una mejora en el mundo. Y no me refiero a cambios, ellos están sobrevalorados, lo que necesitamos son mejoras, no promesas, sino compromisos, no buenas ideas sino acciones.

"Que la gente tome conciencia" "Que se involucren en las decisiones" "Que se bien informen sobre los temas actuales y actúen" Lo escucho muchísimo y ¿les digo un secreto? Lo prefiero a las quejas con brazos cruzados, pero estoy segura que podemos dar más, un paso hacia delante, informarnos, exigir respeto y ser parte de las grandes reformas que nos afectan a corto, mediano y largo plazo.

No sé ustedes, pero quiero que mis hijos tengan una foto delante de un nevado, que mis nietos tengan peluches de osos panda y no los vean como animales "que se extinguieron por algo que llamaban calentamiento global", que cuando llegue a los 80 pueda decidir qué ponerme según la estación y no deba estar continuamente averiguando si por fin "en verano hará calor y en invierno frío" o si el clima se desquició una vez más y sólo poder contar a mi espejo arrugado que pasé como un mudo testigo por aquí (nuestro aquí) y no hice nada más que dividir la basura en residuos orgánicos e inorgánicos.

conciencia:

1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.

2. f. Conocimiento interior del bien y del mal.

3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas.

4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.

Hoy, hay para elegir.

1 comentario:

  1. No sé ustedes, pero quiero que mis hijos tengan una foto delante de un nevado, que mis nietos tengan peluches de osos panda... me encantó todo ;) Soy friki, ya sabes.

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